¿Una cultura de paz?
Hace algunas décadas, nuestros padres -los padres de los
actuales jóvenes centroamericanos- pedían paz. En ese entonces, en nuestra
región la paz estaba concebida como la simple ausencia de guerra, es decir,
cuando las balas y los cañones paraban, decíamos que había paz.
Actualmente Centroamérica esta en un contexto diferente,
no hay conflictos bélicos que destruyan nuestros países, pero nuestra
concepción de lo que es la paz a cambiado. Ahora, los jóvenes no solamente
pedimos el silencio de las armas, sino que pedimos el establecimiento de una cultura
de paz.
A pesar de que el concepto Cultura de Paz no es
ampliamente conocido, en la región todos somos conscientes que la paz va más
allá de las armas y los ejércitos, que este estado transciende a lo cotidiano y
a lo cultural. Todos sabemos que hablar de paz es hablar de armonía, de
justicia, de convivencia, de derechos humanos, de educación, de salud, de
bienestar.
Foto realizada por Berman Gonzales de Nicaragua
Esta Cultura de Paz se ha convertido entonces en una
nueva exigencia, en una necesidad planteada sobre todo por la juventud;
población que asume cada día un nuevo reto para la construcción de valores y
actitudes que descartan la violencia.
Mucho hemos dicho sobre el fenómeno demográfico que la
región experimenta, fenómeno que además de ofrecer una importante oportunidad
para el desarrollo económico, también debe considerarse una histórica
oportunidad para activar a más jóvenes y darles a estos las herramientas para
la consolidación de la cultura de paz, y así lograr, que la paz que nuestros
padres pidieron nunca más sea una necesidad.
Los jóvenes que estamos con Armando Paz, estamos
construyendo esa cultura de paz con energía y creatividad. Estamos utilizando
nuestros medios, nuestras artes, nuestros espacios, nuestras propias
herramientas para la formación de esos valores y actitudes para asentar esos
comportamientos que consideramos tributan a una mejor región, a la región que
exigimos.
Jorge Morales - Coordinador Local Nicaragua