Con frecuencia se habla
de los jóvenes en situación de riesgo, como si fueran solamente parte del
problema y no parte de la solución. En los próximos años, los países
centroamericanos tendrán lo que se conoce como una ventana de oportunidad
demográfica. Esto significa que tendrán la mayor cantidad de población joven en
su historia.
Si en este período los
Estados invierten en educación, salud y oportunidades laborales para la
población joven, al terminar la “ventana” estos países contarán con una fuerza
laboral debidamente preparada que hará crecer su economía y podrán así
disminuir algunos de los factores que generan la violencia y que sirven de
caldo de cultivo a flagelos tan complejos como las pandillas y el narcotráfico.
Por el contrario, si no
se aprovecha el bono demográfico, al terminar el período los problemas actuales
se habrán recrudecido, y los países habrán perdido una oportunidad de oro para
su desarrollo y el de la región en general.
Juanita Uribe
